Una Nueva Convivencia Pascual
En las cercanías de la frontera con Francia, en Eriste (Huesca), 55 jóvenes se reunieron para vivir y celebrar los misterios más importantes de la fe cristiana. El Triduo Pascual fue el hilo conductor de la convivencia del grupo juvenil RASAL.
No es la primera vez que lo hacen. Dentro del itinerario formativo del grupo, la convivencia de Semana Santa, es uno de los puntos álgidos del curso. Por ello, desde su creación, no han faltado a su cita Pascual.
También este año, acompañados por don Hugo, sacerdote diocesano de Barbastro-Monzón, y los oblatos Ismael y servidor, se han vuelto a adentrar en el misterio de amor que, rompiendo la oscuridad de la noche del Sábado Santo, ilumina la fe y la esperanza de la humanidad y, especialmente, de los jóvenes.
Momentos de oración prolongada como toda la noche del Jueves Santo o el desierto de toda la mañana del Sábado Santo, oportunidades de compartir en pequeños grupos la vida y el camino espiritual, dinámicas de formación, juegos para descansar y divertirse, celebración de los Oficios y el Via Crucis, confesiones y diálogos con los sacerdotes... Todo eso y mucho más, han llenado en todos los sentidos estas jornadas.
Al final, un compromiso firme y esperanzado: que la resurrección alcance íntimamente nuestro ser para ser capaces de transmitir, de modo eficaz, la noticia de la Resurrección a otros jóvenes que la necesitan.
David omi
El grupo en una de las dinámicas formativas
Via Crucis por las calles de Eriste
Cruz que adoramos el Viernes Santo
La iglesia preparada para la Vigilia Pascual
Fotografía del grupo después de la Vigilia Pascual